miércoles, 31 de agosto de 2011

Las concesiones en nuestra loca cabeza...

Para nosotros, en nuestra loca cabeza, las concesiones [entendiendo por tales, esos engendros que ahora gustan de llamar colaboraciones público privadas que se justifican exclusivamente por poder hacer "cosas" endeudándonos bestialmente pero "trampeando" (por ejemplo con el riesgo de disponibilidad y esos indicadores que se han parido deprisa y corriendo por motivos exclusivamente contables) para que no computen en el deficit público] son un auténtico robo.

Siempre nos ha llamado la atención que los máximos defensores del "sistema concesional" son los adalides de la competencia y el libre mercado cuando precisamene lo que se hace al concesionar un tramo de carretera durante treinta años no es otra cosa que SACAR DEL MERCADO COMPETITIVO todos los negocios que se fraguan en ese tramo de carretera durante esos decenios... para dárselos a una gran empresa (las únicas que pueden acceder a la financiación necesaria... y a nuestra ejemplar clase política...)...

En ese tramo de carretera ya no podrán presentarse cientos de empresas (pequeñas y medianas) a la licitación de las obras, tampoco otras tantas se podrán presentar a la conservación del tramo que se renovaría cada varios años, ni se presentarán las pequeñas y medianas empresas que mediante la licitación de los oportunos contratos de obras, rehabilitarían el firme, repintarían las marcas viales, adecuarían los sistemas de contención, etc. Y por supuesto, también van fuera las empresas consultoras que participarían en la inspección de los puentes, la redacción de proyectos, la auscultación de los firmes... 

Todos a la calle, ese tramos a partir de entonces es un MONOPOLIO PRIVADO... 

Concesionar una carretera (o un aeropuerto) no es mas que sacar del mercado un negocio para (al menos en esta España nuestra) dárselo a alguien que en su momento sabrá agradecerlo

Sin lugar a dudas las ventajas que estos contratos presentan para algunos son muchas:
  • los que adjudican consiguen empaquetar pequeños contratitos sin mucha chicha que rascar (que hasta ese momento daban de comer a pequeñas y medianas empresas) para hacer un pedazo de contrato muy apetecible para las grandes empresas (quien dice empresas dice familias: march, alcocer, cortina, pérez, del pino, entrecanales, koplowitz, abelló y alguna más) [esas que se "conchaban" con nuestra ejemplar clase política y se ocupan y preocupan (es lo que tiene ser de buena familia) de saber ser agradecidas (o al menos así lo imaginamos en nuestra loca cabeza)].
  • los agraciados:
  • se hacen con un negocio del que antes carecían en unas condiciones ventajosísismas (no tienen competencia) y con una capacidad de presión incomparable con la que tiene cualquier pequeña o mediana empresa respecto de los contratos de los que hablábamos en el punto anterior.
  • consiguen eliminar el gran problema de la construcción (una actividad ciclica) disfrutando de maravillosos contratos por los que recibirán ingresos por mucha época de vacas flacas que lleguen (en esta época muchas administraciones de carreteras, tras tantos recortes, no tienen más disponibilidades presupuestarias que las necesarias para abonar lo previsto en unos contratos concesionales adjudicados en épocas de vacas gordas). 

Otro día seguimos...

3 comentarios:

Manu dijo...

No me resisto a dejarte aquí esto...

Un abrazo!

http://trabajadoresdefomento.blogspot.com/2011/08/benavente-zamora-o-como-seguir.html

Maskirov dijo...

Hay otras "ventajas" ocultas: El político adjudica un macrocontrato a una de las grandas (da igual a cual, todas son igual de "agradecidas") pero eso no significa que esta vaya a hacer todo eso que se comenta más arriba (construir, reparar, conservar, inspeccionar, proyectar, coordinar, vigilar, ensayar,...). Tendrá que subcontratarlo. Eso en el sector público hubiera dado lugar a decenas de contratos (a lo largo de la vida de la concesión) que, por mucha intención que haya de "teledirigirlos", no siempre es fácil conseguirle. En cambio, en el marco de la concesionaria agradecida y de su "discrecionalidad" ¿qué problema tiene el político en "sugerirle" que contrate a uno u otro...?

Por otra parte, si en todos los tipos de contratos públicos el problema de los modificados es grave ¿qué sucede cuando le das 30 años a un adjudicatario para que le busque las cosquillas al contrato hasta sorberle la sangre a la administración? Cuando hay que colocar una nueva señal (y a pesar de las cláusulas de progreso técnico que se suelen incluir en los pliegos) y lo tiene que hacer la concesionaria ¿a qué precio lo cobra?

Ya las concesiones de peaje en sombra eran una merienda de negros, pero ahora con la "disponibilidad" el latrocinio ya es público y notorio.

¿Cuándo nos daremos cuenta de que es mejor volver a las autopistas de peaje de toda la vida?

Anónimo dijo...

Muy buenas,

Hay algo que me tiene muy preocupado y que no citáis en el artículo: el poder y el dinero que han amasado estos holdings empresariales en la época de vacas gordos, comprando todas las empresas del sector que consideraban oportunas y metiéndolas en su redil.

Un saludo, Aitor