jueves, 16 de junio de 2011

¿Violentos?

Roben, exploten, estafen desde su sillón, traicionen, mientan y engañen sin contemplación...

Allá por el años 2001 el Noly saco una inolvidable chirigota, "los bufones de doña Teófila primera y esperemos que última" dedicado a su querida alcaldesa de Cádiz. Los ataques que sufrió fueron tantos que al año siguiente su chirigota "los inventores" la dedicó otro pasodoble que se ha convertido en uno de nuestros favoritos...

Eso de que los que "roban, explotan, estafan desde su sillón, traicionan, mienten y engañan sin contemplación" sean a los que hay que pedir disculpas está de mucha actualidad... 


"Usted tranquila señora mia · este año el rojo · no va a escribirle ni una letrilla / respiren hondo los populares · queden tranquilos, ay, en sus altares / descansen, descansen que hoy juro y digo · no habrá castigo pa su gestion · no se merecen mis niños · por una letra ni un sofocón / con el paso de los años · esa es mi cadiz, la conclusion... / la conclusion: roben, exploten y estafen desde su sillon, · traicionen, mientan y engañen sin contemplacion / que desde hoy pa este humilde poeta · no hay mas alcalde que el de mi caleta!!!!"

"Madres Teresas"

Ayer miércoles quedó claro que una pequeñísima parte de los "indignados", para la sorpresa de muchos, no son "Madres Teresas" siempre dispuestos a poner la otra mejilla y a tratar de usted a tanto sinvergüenza, y como dice el "indigno" Artur Mas, cruzaron la línea roja, esa línea que hasta ahora les ha permitido a él y los suyos vivir en la más absoluta impunidad...

La democracia de Zapatero, Rajoy, Artur Mas, el ABC, La Razón, El Mundo, El País, La Sexta, Telecinco, Telefónica, Banco de Santander......

Desde el año 2003 tenemos en la página principal de carreteros un enlace a este texto que para nosotros describe a la perfección la democracia de algunos...:
"La Constitución es la artística fachada de un edificio arruinado. En ella, como en las iglesias medievales, se alza un pórtico donde se exhiben imágenes de santos protectores que prometen las maravillas de la salvación, cifrada en un "Estado de Derecho que asegura el imperio de la Ley" (Preámbulo) y que reconoce como valores superiores "la justicia y la igualdad" (art. 1). El templo aparece, en efecto, bajo la advocación de una Santísima Trinidad formada por la Ley, la Justicia y la Igualdad, a cuyo servicio se encuentra el gran aparato estatal, dado que "la Constitución garantiza el principio de la legalidad..., la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de arbitrariedad de los poderes públicos" (art. 9.3) y, sobre todo, porque "los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico" (art. 9.1). Un sistema teológico perfecto de cuyo orden y buen funcionamiento se encarga un coro de arcángeles judiciales, a quienes nada escapa: "los tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines que la justifican" (art. 106.1). ¿Quién puede ofrecer más?