lunes, 29 de noviembre de 2010

En el olvido, como tantas cosas...

Corren malos tiempos para la lírica..., y nosotros aprovechamos para recordar el sensato y olvidado principio que se indicaba en el preámbulo de la Ley 198/1963, de 28 de diciembre, de Bases de Contratos del Estado (publicada en el BOE del 31-12-1963):

"...los contratos de obras deben ser normalmente de gestación pausada y, por el contrario, de ejecución rápida. Esta aparente lentitud de arranque se compensa con una realización expedita y sin contratiempos, pues todos los obstáculos fueron soslayados mediante serena previsión".
Además, hoy también es un buen día para releer un artículo publicado en la Revista de Obras Publicas en el año 1853, cuya lectura recomendamos vivamente (formato PDF), y del que extraemos los siguientes párrafos:
"Mientras que las aspiraciones del empirismo aplicado a las obras públicas se limitaron a la erección, sin otro plan ni estudio que la inspiración de algún alcalde ganoso de fama postuma a su administración, de alguna fuente en su lugar, o de otra obra de igual magnitud, y cuyo buen o mal éxito redundaba en pro o en contra de un muy reducido círculo de personas, pudo considerarse a semejantes extravíos, si lamentables siempre, de ninguna o muy pequeña consecuencia para el bien general."
"Dejando para otro artículo...el exponer sucintamente los verdaderos medios de proyectar, los únicos, que aunque erizados según dicen de ritualidades y trámites, no tan largos ni tan penosos como se quiere suponer, son capaces de responder por su éxito a las esperanzas, un tanto exageradas, de esta nación digna por todos títulos de mas consideración y respeto, que los que le tributan nuestros seudo-fabricantes de felicidad y ventura, ingenieros de propia aclamación."
"Vamos, en el presente artículo, a bosquejar los pasos y trámites, que debe seguir el estudio y exposición de un pensamiento realizable, ya facultativa, ya económicamente, para que este pensamiento merezca ser llamado proyecto."
"Hemos procurado hacer ver, que las tenidas por trabas son puramente obstáculos de tiempo y dinero, que el estudio de los proyectos trae consigo; sin vencer los cuales confesamos, que no se nos alcanza como hay persona tan atrevida y enemiga de su fortuna, que acoja y acometa la realización de delirios y sueños, que aunque tales no fueran, por lo desconocido y oscuro de su resultado, deberían arredrar al hombre más animoso."

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