domingo, 21 de noviembre de 2010

Si pudiera volver a educar a mi hijo...

Llevamos a nuestras princesas, muy a su pesar, a eso del "kumon", un día en el tablón de anuncios del centro al que acuden leímos la siguiente poesía, hoy nos hemos acordado de ella...

El 10% de la liquidación... (I)

Vamos a dedicar algunas "entradas" a hacernos "pajas mentales" sobre esa aparentemente fácil reglilla que hace que en las obras las variaciones en las mediciones que no incrementan el presupuesto de adjudicación por encima de un 10 %, puedan llevarse sin más (sin previa aprobación) a la "liquidación" del contrato (hoy certificación final)...  

Aunque resulte muy pesado, y sean pocos los héroes que llegarán al final, vamos a dedicar el resto de esta primera "entrada" a la evolución de dicha "reglilla" en los últimos cuarenta años hasta llegar a la redacción actual del artículo 217.3 de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público...

martes, 16 de noviembre de 2010

Va mi homenaje...

Mientras colocábamos el anterior comentario escuchábamos, como casi siempre, chirigotas. Así que no nos hemos podido resistir a colocar el pasodoble de la Chirigota del Vera (Cádiz por supuesto). Inigualable.

Mas leyes que carreteras...

Sabe Dios que sobre las carreteras caben pocos hechos diferenciales, y sin embargo, en este país disfrutamos de 21 Leyes de carreteras: La ley 25/1988 de carreteras del Estado, una por cada comunidad autónoma (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 17) y otras tres por cada una de las provincias vascas (a, b y c)...

jueves, 11 de noviembre de 2010

Nuestro catecismo carretero...

El 29 de mayo de 2003 en el apartado de novedades de carreteros colocábamos parte de un correo que habíamos recibido [escrito por una persona que en aquel entonces admirábamos... (siempre hemos sido muy tiernos...)]. En él se mencionaban una serie de verdades de las que su autor hoy se avergonzaría, a nosotros nos siguen pareciendo incuestionables:
  • "Las infraestructuras de titularidad pública las pagamos los ciudadanos (y nadie más que los ciudadanos). No le debemos favores a nadie: ni a supuestos financiadores, ni a supuestos ideólogos.
  • En muchas épocas nuestros electos nos obligan además a pagar cuantiosas plusvalías a amigos suyos. Nos dicen que sólo así podremos tener infraestructuras, y nosotros nos lo creemos (tenemos una ilusión).
  • Una administración pública altamente profesionalizada e independiente es imprescindible. Desgraciadamente, nunca la administración pública española estuvo tan condicionada y tan maniatada.
  • El objetivo fundamental no debe ser la construcción de nuevas vías de comunicación de características más o menos faraónicas; ni poder ir más deprisa desde ningún sitio a ninguna parte. El objetivo debe ser prestar un servicio a los ciudadanos, defendiendo por encima de todo los intereses generales. Ni más, ni menos".
Esos cuatro puntos son, casi, nuestro catecismo carretero...

martes, 9 de noviembre de 2010

El gran Torrente. Dos tipos de hombres...

Delicados abstenerse de ver el video.