Nosotros de idiomas andamos justitos, el español, y como sabrán los asiduos a carreteros, con dificultades. Nunca se nos han dado bien los idiomas pero tampoco nunca hemos sentido la necesidad de aprenderlos, salvo en contados momentos en nuestros inolvidables veraneos en Mallorca..., momentos que nadie puede describir mejor que nuestro maravilloso Fonollosa:
Es un hermoso cuerpo ese que viene
hacia mí. Se detiene. Y me sonríe.
Qué bella esa sonrisa roja y húmeda
que se abre, como un sexo a mí ofrecido,
para preguntar algo que no entiendo.
Miro sus ojos claros. Pienso, mientras,
que su maravilloso cuerpo late
junto a mí. Están sus senos cercanísimos
a mi pecho y el vello en su entrepierna.
Se apretará, oprimido por las bragas,
que adivino adorables y minúsculas.
Y como un ruiseñor sonidos dulces
gorjea su garganta a mis oídos.
Ese increíble cuerpo habla conmigo.
Le respondo: «No sé». Se aparta el cuerpo
y veo que se alejan las caderas.
más perfectas de todo el universo.
He aprender inglés. Ahorita mismo.
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