Mañana nuestra princesa menor será "oveja" en la representación de Navidad del colegio, el año pasado fuimos "reno", seguimos muy alejados de los puestos estelares, y sin embargo, hemos ensayado como si la frase "prefiero que me corten la lana a que me hagan chuletas" fuera el momento culmen de la representación (para nosotros, sin duda, lo será). Duerme hace horas como una bendita, mañana, seguro, ella que es de difícil despertar, dará un brinco emocionada porque sabe que es un día muy especial. Nosotros allí estaremos (por nada del mundo nos lo perderiamos) intentando vislumbrar entre el nutrido rebaño a la oveja de nuestros sueños, a la oveja de nuestra vida.
Será, sin duda, un día muy feliz, ella con la emoción no echará de menos a su abuela, nosotros si (¡y de qué manera!...).