jueves, 5 de abril de 2012

El flamante presidente de AENA...

Hoy publica LA RAZÓN una carta que escribió el genial Mingote en Enero de 2009 a José Manuel Vargas, entonces Consejero Delegado de Vocento y hoy Presidente de AENA. Retratado queda.

Presionando sobre la imagen se agranda
«A D. José Manuel Vargas. 
Vocento. 
Mi distinguido amigo: Desde hace cincuenta y cinco años vengo publicando mis dibujos en ABC. En este periódico empezó mi vida profesional, y a mi trabajo en elle debo mi más o menos sólido prestigio. Siempre he creído que ABC era «mi» periódico, del modo más cordial y desinteresado. Las muestras de mi desinterés son abundantes. Mi ligazón a ABC ha sido siempre  más sentimental que laboral. 
Hasta hoy. 
Ese desmesurado contrato que me propones es sencillamente humillante, aunque su lectura me ha producido más bochorno y vergüenza que humillación. ABC ha dejado de ser esa casa amistosa y acogedora (aunque no siempre generosa) para transformarse en una empresa que pretende convertirme en poco menos que un siervo provechoso y explotable. La sombra de Juan Ignacio se ha desvanecido para dejar paso a unos directivos atentos exclusivamente a sus ganancias, objetivo por otra parte, legítimo. 
Pero lo cual ha dado un vuelco a mi conducta. Le he prohibido a Isabel que siga negociando ese contrato, para dejar la tarea en manos de mi abogado, que sabrá hacerlo con Vocento sin el lastre de nuestra vieja devoción a ABC.  
He dejado de ser un amistoso y leal colaborador para convertirme en un asalariado que procura mejorar su condición.  
Con mis mejores deseos,  
Antonio Mingote  
Enero de 2009».

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y por qué sale la carta ahora, después de haber fallecido el interesado?
A mí los piques entre La Razón y ABC me traen sin cuidado. ¿O es que los de Planeta son mejores que los de Vocento?
Por favor: ¡Dejad a los muertos descansar en paz!

chancletero dijo...

Estimado anónimo cada uno en esa carta, como en tantas cosas, ve lo que quiere...

Yo simplemente veo a un trabajador (Mingote), santo y seña de su empresa (ABC), que tras más de cincuenta años en la misma, un día al menos, unos nuevos directivos "atentos exclusivamente a sus ganancias" le hicieron sentir vergüenza, sentirse un "siervo provechoso y explotable" y recordar con añoranza aquellos tiempos en los que la empresa era dirigida de otra manera (por Juan Ignacio Luca de Tena)...

Y me parece que esa situación, tristemente, es, agravada significativamente, extrapolable a muchos trabajadores que viven y padecen unos directivos y unas empresas "sin corazón" únicamente interesadas en maximizar sus beneficios a costa de todo y todos... (premiados luego, sin saberse muy bien los méritos, con la presidencia de empresas públicas...)

Si alguien como Mingote se sintió así, de él abajo nos podemos imaginar...

A mí, La Razón, el ABC, el grupo Vocento, el grupo Planeta y sus posibles piques no me interesan en absoluto...

Y por cierto no tengo la menor duda de que, gracias a Dios, los muertos descansan en paz por mucho que aquí digamos más o menos tonterías.

¡Ojalá algunos se preocuparan igual por la paz de los vivos que por la de los muertos!.

Anónimo dijo...

Anónimo 1 de nuevo

Pues parece que Isabel opina lo siguiente:

Entrevista viuda Mingote

Sinceramente, creo que publicar una carta privada sin consentimiento de los herederos legítimos el día después de fallecimiento para atacar a un medio de la competencia es un acto incalificable.

Hay muchos ejemplos de directivos "atentos exclusivamente a sus ganancias", pero creo que has escogido el menos afortunado.

chancletero dijo...

Estimado anónimo no voy a entrar a valorar sobre la conveniencia o no de publicar cartas o novelas postumas, tema por otra parte la mar de interesante.

Y por supuesto que hay muchos otros ejemplos de lamentables directivos y personas...

Trabajadores como Mingote que pudiendo haberse ido a cualquier empresa permanezcan fieles durante más de cincuenta años a la que le dio su primera oportunidad, muy pocos..., que eso no importe a un directivo de los arriba mencionados a mí todavía es de las cosas que me sorprende...