Hace más de diez años escribimos en carreteros que era de coña (siempre hemos cuidado mucho el lenguaje) que la infraestructura prioritaria en este pais fuera el AVE Madrid-Valencia. Ello nos valió la protesta de un airado lector que, en su momento, colocamos en las páginas.
Ahora que se inaugura hemos querido por curiosidad saber que nos costaria a una familia como la nuestra (dos princesas, la reina madre y un servidor) irnos un fin de semana, en clase turista (a más no aspiramos), a Valencia, en esa (dicen) maravilla de tren.
Cuatrocientos cuarenta y siete (447) eurazos, ni más ni menos. Así que pasaran mas de "mil años, muchos mas..." antes que nosotros y la práctica totalidad de los que con los impuestos hemos pagado esa infraestructura la podamos disfrutar...
Mientras, es seguro, que ya no llegará nunca el tercer carril a la autovía A-3, ellos, la casta que nos gobierna, pasarán a trescientos kilometros por hora en sus asientos "gratis total" siempre reservados... (estamos seguros que el bueno de Luis Herrero ya no protestará de la carretera. Irá en "su" AVE).
¡Qué felices están!.
7 comentarios:
Hombre!
Yo lo que desde luego lo que no haré es coger un billete el día antes. O me lo planifico con quince días, sobre todo si son vacaciones, o sigo yendo por otros medios.
Pero para trabajo, me parece muy útil el ahorro de tiempo (que tb es reflejable en dinero)
Y teniendo en cuenta el dinero que de todas formas se han gastado, gastan y gastarán los políticos no es la peor manera´de aprovecharlo.
...El que no se consuela es porque no quiere...
Seguro que no es "la peor manera". Pero más seguro es que hay muchas, muchísimas, mejores.
Para mí la más importante es la Educación. Ahí sí había que invertir. Eso sí "haría país". O, al menos, "buenos ciudadanos".
El problema de todo es la planificación y el objetivo que se quiera alcanzar, porque en educación se invierte mucho dinero, aunque sea insuficiente, y no se consigue que el nivel educativo aumente.
En infraestructuras pasa lo mismo, prima el objetivo político. Pero esa es nuestra realidad (no sé como será en otros países), así que prefiero lo del AVE a Valencia a poner aeropuertos por toda España sin ton ni son, como también nos han "impuesto".
Esto tiene doble lectura. Por un lado, si se busca un billete para enero, los hay de ida por menos de 32 euros, que ya es bastante competitivo. Pero, en ese caso la preguta es ¿cómo va a cubrir con esas tarifas el coste de la infraestructura? Y, cuando es caro, lo que nos preguntamos es ¿quién va a preferir pagar 100 euros más que yendo en coche para ahorrar 2 horas de viaje?
Efectivamente, no puede ser esta la prioridad del país (y menos aún puede serla, como parece, convertirse en el líder europeo de kilómetros de TAV, y digo de kilómetros, porque de pasajeros·km ni nos lo planteamos).
#anónimo1 Aunque no sea muy relevante el importe dado es saliendo el viernes 21 de enero y volviendo el domingo 23 de enero, es decir, con más de un mes de antelación. Es cierto que si se sale y llega a otras horas pueden encontrarse mejores ofertas pero la colocada es un coste medio del viaje para cuatro personas (dos adultos y dos niños)
Evidentemente, el AVE sólo puede competir relativamente en costes frente al automóvil cuando hablamos de viajes unipersonales. En cuanto pasamos a grupos las diferencias se convierten en abismales. Ahora bien, también es cierto que en el coste del uso del automóvil no están suficientemente interiorizados nos costes asociados a la coonstrucción y conservación de la infraestructura (no es que en las líneas de ferrocarril esa interiorización sea perfecta, pero al menos existe, igual que en el caso del avión) ni otros costes medioambientales asociados (porque el impuesto de carburantes no es precisamente para eso, aunque así podría entenderse).
Con peajes en todas las autovías (como han comenzado a hacer en Portugal) y un impuesto de carburantes que fuese el doble del actual, seguramente seguiría siendo más barato viajar en grupo (en automóbil) entre Madrid y Valencia que hacerlo en AVE, pero la diferencia ya no sería la de ahora y, para viajes individuales sería mucho más barato, como de hecho nos enseñaron en la Escuela que debería de ser, dado que el consumo unitario de energía para desplazar una carga una unidad de distancia es bastante menor en el transporte ferroviario. Si actualemnte, a precio de tarifa, esto no resulta así es porque hemos introducido ciertos elementos distorsionadores en el mercado.
Independientemente de costes, habría que plantearse si "políticamente" no es mejor tener una tarifa que permita a una familia aprovechar una infraestructura como esta, con la sana intención de provocar un cambio modal.
En ese caso, el problema es que la R-3 se quedaría sin clientela.
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